El me entiende

La celebración de la Pascua ha terminado. Alabado sea Dios, Jesús ha vencido a la muerte. Podemos vivir con el poder de la resurrección en nuestras vidas. El otro día, mientras estaba sentada con Jesús, seguía reflexionando sobre lo que Él experimentó. Pensaba en Él en la cruz y me preguntaba qué emociones y pensamientos experimentó al enfrentarse al final de su vida terrenal. 

No estoy tratando de minimizar el severo sufrimiento que Jesús experimentó en la cruz, pero sentí una conexión con Jesús en algunas de las cosas que me imagino que Él pensó. ¿Te has preguntado alguna vez si Jesús sabe realmente cómo te sientes? Jesús era plenamente hombre y plenamente Dios. (Filipenses 2:7, Colosenses 2:9, 1 Juan 4:2). Por supuesto, Jesús, como Dios, es omnisciente y sabe lo que piensas y sientes. Pero ¿te has preguntado alguna vez si Jesús siendo humano realmente nos comprende? Recuerdo que cuando era más joven siendo mamá pensaba que Jesús nunca tuvo cuatro hijos, un padre anciano, un fregadero de platos sucios y cinco lugares en los que estar a la vez. ¿Nos comprende en nuestro dolor emocional más profundo por circunstancias desgarradoras en nuestras vidas con familiares o amigos? ¿Sabe lo que es ser incomprendido? O quizás en los momentos del mundo acelerado en el que vivimos, nos preguntamos qué habría hecho o pensado Jesús. ¿Realmente lo entiende?

Cuando la vida terrenal de Jesús tocaba a su fin, me pregunto qué estaría meditando. He aquí algunas de mis reflexiones sobre algunas de las cosas que Jesús pudo haber pensado mientras estaba en la cruz:

  1. Jesús conoció la pérdida y el abandono. La mayoría de sus seguidores le habían abandonado. Había pasado los últimos tres años y medio entregándose a 12 hombres y cuando las " piedras " estaban en  el camino, le abandonaron. La angustia de esto debe haber sido agonizante. Él había salvado a estos hombres de una existencia mundana y les había dado la paz y el propósito de Dios. Había vivido y caminado con ellos día tras día, y luego la mayoría de ellos lo abandonaron cuando más los necesitaba. ¿No esperamos todos estar rodeados de amigos y familiares en nuestra última hora?

  2. Aunque le abandonaron, Jesús estaba preocupado por sus discípulos. Probablemente era una versión intensa de lo que siente un padre cuando deja a su hijo en la universidad. Se preguntaba si los había preparado para lo que les esperaba. Jesús amaba a estos hombres. Pasó mucho tiempo con ellos y los vio pasar de la infancia espiritual a la adultez espiritual en poco tiempo. Creo que se le partía el corazón al dejarlos. En Juan 17:11-12 Jesús dice en su oración: "Padre Santo, protégelos con el poder de tu nombre, el nombre que me diste, para que sean uno como nosotros somos uno. Mientras estaba con ellos, los protegía y los cuidaba mediante el nombre que me diste". Oró para que recordaran lo que se les había enseñado y para que permanecieran fieles. ¿No es esto lo que todos queremos para nuestros hijos?

  3. Los pensamientos de Jesús estaban en aquellos a quienes amaba, no en sí mismo. Mientras Jesús colgaba de la cruz, en completo dolor y agonía, no estaba centrado en sí mismo, sino en aquellos a quienes amaba. Fue capaz de ver a su madre y ponerla al cuidado de Juan. Esto demuestra un gran desinterés. Ser capaz de pensar en los demás cuando se encontraba en un enorme sufrimiento muestra el carácter amoroso de Jesús. (Juan 19:26-27)

  4. Jesús sabía lo que se sentía tener un trabajo interminable. Me pregunto si luchó con sentimientos de frustración porque el tiempo se le había agotado y no había hecho todo lo que quería. Tal vez las limitaciones de tiempo de trabajar dentro de un cuerpo humano y un tiempo finito le habían dejado con ganas de hacer más para buscar y salvar a los perdidos. De sol a sol se le exigía mucho. Multitudes de personas seguían a Jesús, todas queriendo algo de Él. (Marcos 10:1, Lucas 5:1,19) Hay una escena en la serie Los elegidos que me recordó esto. Los discípulos estaban sentados alrededor de una hoguera comiendo cuando ya había anochecido. Esperaban a que Jesús terminara su "trabajo" de sanar, enseñar y ministrar. Finalmente, un Jesús exhausto, tan cansado que apenas podía volver a su cama, regresó al campamento. Las demandas sobre Él eran increíblemente grandes. Había mucha necesidad y las multitudes lo querían. Jesús conocía las exigencias del incesante trabajo de cuidar de los demás.

En la cruz, creo que Su preocupación por Sus seguidores y discípulos pesaba en Su corazón. Y entonces, después de todo lo que pensó y por todo lo que pasó, finalmente lo entregó todo a Dios y a Su plan. "Consumado es". La obra redentora de Dios fue terminada en la cruz. Nuestra deuda por nuestros pecados fue pagada en su totalidad por la muerte sacrificial de Jesús. No hay nada más que Él podría haber hecho. 

Una vez más, no intento restar importancia al acontecimiento más crucial e impactante de la historia. No creo que podamos empezar a entender o relacionarnos con lo que Jesús sintió en el dolor espiritual, emocional y físico de la cruz. Sin embargo, SÍ creo que Jesús puede entender y relacionarse con NOSOTROS. Muchos de estos pensamientos y sentimientos son cosas con las que luchamos. 

“Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente.  (Hebreos 4:15-16)

El me entiende.


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, cuatro nietos y tres perritos. Fue ama de casa durante muchos años antes de regresar a la fuerza laboral después de recibir su Maestría en Consejería y Relaciones Humanas de la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional licenciada en The Peacemaker Center y en su consultorio privado, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios Bíblicos han sido una parte importante en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar la paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir material para el estudio Bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2

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Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.