…Y sé agradecido

Esta semana, acompáñenme a considerar un pasaje de Colosenses. 

Colosenses.  3:15-17

 Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.

Pablo menciona el agradecimiento tres veces: “sean agradecidos”, “con gratitud” y “dando gracias.” 

¡Supongo que dar las gracias no es sólo algo que debemos hacer una vez al año durante la cena del pavo!

La primavera me brinda muchas oportunidades para mirar hacia arriba, apartar la mirada de mí misma y dar gracias a Dios por la belleza que existe, independientemente de lo que esté ocurriendo en nuestras vidas. De hecho, cuanto más a menudo incorporo la acción de gracias en mi vida, más se acallan las voces negativas porque Dios las usa para purificar mi corazón.

El versículo 16 nos dice que debemos amonestarnos unos a otros. Tiendo a asociar la palabra amonestar con algo negativo, pensando que es algo duro y que se parece a condenar. Pero en realidad no significa eso. Si bien una definición es reprender a alguien con firmeza, eso no significa que tenga que hacerse con dureza o en forma de juicio, sino más bien como una forma de aliento. Otra definición de amonestar es exhortar seriamente a alguien. Tomaré ese enfoque aquí y recomendaré tres maneras de incorporar algo de agradecimiento en tu vida esta temporada. 

En primer lugar, ¡sal a la naturaleza! Escoge un parque, un jardín, el parterre de un vecino o un centro de jardinería local para observar la creación. Si vives cerca de Willowdale Chapel, visita Longwood Gardens esta primavera para disfrutar de los colores y las vistas que ofrece la primavera. Siempre me ayuda sentarme en un banco junto al paseo de las flores o en el conservatorio para dar a mi cerebro un reinicio y pensar en poner una actitud de gratitud en medio del orden, la simetría y el diseño reflexivo hecho allí con flores, plantas y árboles. (Si necesitas ayuda para conseguir una entrada, házmelo saber. Los que somos miembros podemos compartir contigo). 

En segundo lugar, como menciona el versículo 16, considera un Salmo que te ayude a enfocar tu corazón en dar gracias. Ahora, sí, el Salmo 136 parece un poco largo, pero te animo a que lo leas unas cuantas veces esta semana, ya sea por ti mismo o con otras personas y deja que la repetición te ayude a replantear tu perspectiva sobre tu día, semana o una situación difícil que puedas estar enfrentando.

Salmos 136

Den gracias al Señor, porque Él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.

Den gracias al Dios de dioses;
su gran amor perdura para siempre.

Den gracias al Señor de los Señores;
su gran amor perdura para siempre.

Al único que hace grandes maravillas;
su gran amor perdura para siempre.

Al que con inteligencia hizo los cielos;
su gran amor perdura para siempre.

Al que expandió la tierra sobre las aguas;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hizo las grandes lumbreras;
su gran amor perdura para siempre.

El sol, para gobernar el día;
su gran amor perdura para siempre.

La luna y las estrellas, para gobernar la noche;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hirió a los primogénitos de Egipto;
su gran amor perdura para siempre.

Al que sacó de Egipto[a] a Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Con mano poderosa y con brazo extendido;
su gran amor perdura para siempre.

Al que partió en dos el mar Rojo;
su gran amor perdura para siempre.

Y por en medio hizo cruzar a Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Pero hundió en el mar Rojo al faraón y a su ejército;
su gran amor perdura para siempre.

Al que guio a su pueblo por el desierto;
su gran amor perdura para siempre.

Al que hirió de muerte a grandes reyes;
su gran amor perdura para siempre.

Al que a reyes poderosos les quitó la vida;
su gran amor perdura para siempre.

A Sijón, el rey amorreo;
su gran amor perdura para siempre.

A Og, el rey de Basán;
su gran amor perdura para siempre.

Cuyas tierras entregó como herencia;
su gran amor perdura para siempre.

Como herencia para su siervo Israel;
su gran amor perdura para siempre.

Al que nunca nos olvida, aunque estemos humillados;
su gran amor perdura para siempre.

Al que nos libró de nuestros adversarios;
su gran amor perdura para siempre.

Al que alimenta a todo ser viviente;
su gran amor perdura para siempre.

¡Den gracias al Dios de los cielos!
¡Su gran amor perdura para siempre!

Bien, ¡esto me lleva a mi tercera admonición! Según Colosenses, usemos la música para cantar “a Dios con gratitud en nuestros corazones.”

He aquí dos canciones que me ayudan a ello.

  • Una canción realmente directa y honesta de Ben Rector, “Thank You.”

    CLICK HERE: Thank You by Ben Rector

  • Un gran himno antiguo, “Praise to the Lord, the Almighty ”que contiene una de mis letras de himno favoritas de todos los tiempos, “Ponder anew what the Almighty can do if with his love he befriend thee.”

    CLICK HERE: Praise the Lord, the Almighty by T4G Live II

Ésas son tres ideas mías, ¡ahora te toca a ti! ¿Cómo podemos amonestarnos unos a otros hacia un espíritu más agradecido? ¿Tienes algún salmo o canción que te guíe hacia la gratitud? Compártelo en los comentarios. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Originaria de Georgia, Mary Beth Gombita es una amante del té dulce, una orgullosa Bulldog de Georgia y una ávida fanática de la música.

Trabaja en el sector de las relaciones públicas y dirige su propio negocio de consultoría de comunicación desde casa.

Mary Beth y su marido, Stephen, tienen dos hijos pequeños. Actualmente es la editora de nuestro blog Willowdale Women.

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Maritza Zavala Smith nació en Guanajuato, México, y se trasladó a los Estados Unidos cuando tenía siete años. Estudió Salud Pública en Penn State, donde conoció a su esposo. Llevan 8 años casados y tienen dos niños gemelos y una bebe. A Maritza le encanta viajar y bailar salsa. Cuando no está deleitándose con el té verde matcha con leche y estando al aire libre con sus seres queridos, puedes encontrarla aventurándose con su tribu a través de los libros.