¿Qué estás esperando? En serio, respira hondo y hazte esa pregunta. No en plan “¿Qué estás esperando? ¡Ponte en marcha!”, sino “¿Qué es lo que realmente desea tu corazón?”.
Esperar es parte de la condición humana. De niños esperamos crecer, pensando que de adultos podremos hacer lo que queramos y tanto como queramos. (Una de mis esperas infantiles era hacer masa para galletas con trocitos de chocolate y luego comerme todo el bol sin hornearla). De adolescentes esperamos poder conducir, salir hasta tarde, ir donde queramos sin que nos hagan preguntas. Como adultos, esperamos encontrar a nuestra pareja, tener hijos o conseguir el trabajo perfecto. Esperamos a que nos llamen, a hacer lo que queremos o a obtener lo que creemos que necesitamos. Esperamos los resultados de las pruebas, que desaparezca el dolor, que nuestro ser querido exhale su último aliento. Como personas mayores, esperamos preguntándonos cómo envejeceremos y quién se irá primero. Y todos esperaremos a que pase el dolor. Tanta espera, tanto buena como difícil.
También esperamos a Dios. Esperamos que nuestras oraciones sean respondidas. Para mí, esto ha sido difícil y, en ocasiones, me ha llevado a lo más profundo del desierto. ¿Cómo es posible que algo tan bueno no suceda? A veces he sentido que Dios no me escucha, no me ve, no se preocupa por mí. Lo que necesito recordar constantemente es que Dios me amó tanto que renunció al esplendor del cielo y vino a la tierra para vivir y morir por mí.
Esperar NO es no hacer nada. Es aprender a fortalecer mi confianza. Debo tener presente que Él está obrando en mí, aunque actúe de maneras que yo no puedo ver. Al final, nuestras oraciones suelen tener más que ver con nosotros mismos que con el objeto de nuestras oraciones. Cristo está obrando en mí. Nada de lo que se entrega con paciencia se desperdicia.
La Biblia está llena de personas que tuvieron que esperar: Abraham (esperando un hijo, aunque se le había prometido una descendencia tan numerosa como las estrellas), Ana (esperando un hijo), Ana y Simeón (esperando el nacimiento de Cristo), María (sabía que su Hijo era del Señor, pero tuvo que esperar para entenderlo), los doce discípulos (esperando entender). Creo que esperar es la forma más difícil de obediencia.
He mencionado la espera porque estamos casi en la última semana del Advenimiento. El Advenimiento, es una palabra latina que significa venir o llegar, es una época de preparación y espera. Esperamos con ilusión celebrar la llegada de nuestro Salvador. El Advenimiento es mucho más que los calendarios de Adviento con chocolates o pequeños regalos que cuentan los días que faltan para Navidad. Es el recuerdo de la espera ansiosa por el nacimiento del Salvador en aquel entonces y ahora la espera ansiosa por la segunda venida del Rey Jesús. Es el clamor del corazón de aquellos que viven en la oscuridad esperando la gran luz.
Según Dietrich Bonhoeffer: “La celebración del Advenimiento solo es posible para aquellos que están atribulados en su alma, que se saben pobres e imperfectos, y que esperan con ilusión algo más grande que está por venir”.
En este Advenimiento, yo celebro el acto de esperar y me comprometo a esperar bien. Prometo honrar con anticipación las respuestas tan esperadas, pero lo más importante es esperar a nuestro Mesías. ¡Quiero celebrar su nacimiento, la luz en la oscuridad, y quiero esperar con ilusión su regreso definitivo! En Él tenemos esperanza. En Él está la respuesta.
Sin querer simplificar demasiado, Jesús —Emmanuel, Dios con nosotros— es la esperanza y la solución.
Porque un niño nos ha nacido,
un hijo nos ha sido dado;
y el gobierno estará sobre sus hombros,
y su nombre será llamado
Consejero Admirable, Dios Poderoso,
Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Isaías 9:6
Cuando nos preguntamos qué camino tomar, qué hacer, qué decir, Él es el Consejero Maravilloso.
Si estamos lidiando con relaciones rotas, oraciones sin respuesta, decepciones, angustia y dolor, Él es el Príncipe de Paz.
Mientras lidiamos con la naturaleza temporal de nuestras vidas y el dolor de la muerte, Él es el Padre Eterno.
Si anhelamos la transformación, los nuevos comienzos y la santificación, Él es el Dios Poderoso.
Como dice el viejo refrán: todo lo que vale la pena tener, vale la pena esperar.
Ven, Señor Jesús, ven.
ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA:
Bonnie Kotler y su esposo Mitch tienen dos hijas, tres hijos, once nietos y tres cachorros. Fue ama de casa durante muchos años antes de reincorporarse al mundo laboral tras obtener un máster en Asesoramiento y Relaciones Humanas por la Universidad de Villanova. Ella es una consejera profesional con licencia en su propia práctica privada, True North Counseling. Bonnie ha estado en el equipo de enseñanza del ministerio de mujeres de Willowdale desde 2012. Los estudios bíblicos han jugado un papel clave en su caminar como creyente, y a su vez, le encanta ayudar a otras mujeres a encontrar su paz con Dios y crecer en su fe. Le gusta escribir materiales de estudio bíblico, leer ficción, pasar tiempo con la familia y hacer cualquier cosa bajo el sol. A Bonnie le encanta reír y considera que la risa es la mejor medicina. Salmo 126:2
ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA:
Silvia Cubos nació en la ciudad de México, y se crio en la ciudad de Toluca, es la mayor de 5 hermanos. Estudió comunicación y después de graduarse llegó a este país en 1996 donde tuvo la oportunidad de estudiar Ingles y Educación temprana. Silvia ha trabajado como maestra, interprete y trabajadora social. Desde los 17 años Silvia ha sentido el llamado de servir al Señor y orar por las necesidades de otros, ahora lo hace en Willowdale en Español desde 2019. Silvia disfruta cocinar comida mexicana, caminar al aire libre con sus dos hijas y su perro; para terminar el día le gusta disfrutar de un helado de fresa.
¡Los Grupos de Mujeres de Willowdale en los campus de Kennett y Jennersville ya están oficialmente abiertos para inscripción! La misión de Willowdale Women es animar, equipar y empoderar a las mujeres para que crezcan en su relación con Jesús y para impulsar la causa de Cristo en el hogar, el trabajo, la iglesia y en nuestra comunidad. HAGA CLIC AQUÍ para conocer más sobre nuestras opciones de grupos y registrarse.
