PRAY

Cómo esforzarse por ser agradecido

Si estás leyendo esto el día de Acción de Gracias, supongo que te has tomado un respiro antes del ajetreo del día. Si es después del Día de Acción de Gracias, diría que no tuviste un momento previo.  Para mí, las fiestas se vuelven agitadas, caóticas y abrumadoras. Hay comidas que preparar, casas que limpiar, gente que visitar, tarjetas que enviar, regalos que comprar y luego envolver... Todo esto sin contar con el día normal de trabajo, llevar a los niños al colegio, las prácticas deportivas, los recitales de baile, hacer la cena, lavar la ropa y los platos... ¡y no te olvides de cambiar el aceite del carro y sacar a pasear al perro!

Así que ahora mismo, te reto. Te reto a que te DETENGAS. Haz una pausa. ESTAR.

Mirar a tu alrededor. ¿Qué ves? ¿Estás sentado en tu casa? ¿Hay un asiento cómodo para sentarse? ¿Comida en la cocina? ¿Fotos de tus seres queridos a tu alrededor? ¿Puedes ver el exterior o ya estás fuera? ¿Brilla el sol; el cielo es azul; la naturaleza ofrece una bella obra de arte; o el ruido de los vecinos en la acera?  

Quédate con este verso durante un minuto... En serio, ¡pon el cronómetro en marcha!  

"Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es Su voluntad para ustedes en Cristo Jesús"

1 Tesalonicenses 5:18

Ahora que has hecho una pausa, ¿por qué puedes dar gracias hoy? Algunos días es más fácil que otros. Algunas etapas de la vida o situaciones hacen que esta pregunta sea difícil. Pero Dios provee tanto. Él nos ama. Tiene un plan para todo. ¿Dónde puedes verle trabajando en tu vida? ¡Ciertamente está trabajando! 

"Den gracias al SEÑOR, porque El es bueno; Porque para siempre es Su misericordia.".

1 Crónicas 16:34

Su amor es siempre y para siempre. Cada día está trabajando para nuestro bien. Hubo una etapa en mi vida, antes de convertirme en cristiana, en la que encontrar lo positivo era difícil. El final de esta etapa fue cuando comenzó mi camino hacia Dios. En ese momento aprendí a orar, y lo que es más importante, aprendí a O.R.A.R “P.R.A.Y.” (Alabar, Arrepentirse, Pedir, Rendirse) Lo primero que estamos llamados a hacer es alabar y dar gracias.   

Al principio fue una lucha. Tenía pocas cosas por las que sentía que podía estar agradecido. Las que encontraba eran mundanas y, honestamente, cosas que no apreciaba realmente o por las que no me sentía agradecido en ese momento. Pero practicaba. Cada noche oraba. Pensaba en el día y en lo que Dios había puesto en él para alegrarme. Cuanto más practicaba, más veía, más fácil me resultaba y más alegría sentía.  

Pero el mundo está roto, y sabemos que algunos días son difíciles. En estos momentos, recuerdo que cada día me despierto. Cada día, tras la oscuridad de la noche, Dios hace que salga el sol. Hay días en los que llega el amanecer y es asombrosamente azul, días en los que está lleno de nubes sombrías, y días en los que llueve miserablemente. Pero sea cual sea la mañana, doy gracias a Dios porque el sol siempre sale en medio de la oscuridad y el día es esperanzador.

Así que, en este Día de Acción de Gracias, te reto a que hagas una pausa y ores. ¿Por qué estás agradecido? Busca, incluso lo más pequeño, y encuentra lo que Dios ha puesto en tu vida hoy. Alaben, vean el amor, encuentren la alegría, sientan la esperanza que Dios provee. 

Y luego, "¡Cántenle, entónenle salmos! ¡Hablen de todas sus maravillas!"

1 Crónicas 16:9

Para más información sobre cómo utilizar el sencillo método de oración P.R.A.Y:  PRAY

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa. Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás. Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande. 

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.