A veces no estoy bien.

Mayo es el Mes de la Concientización sobre la Salud Mental. Tendremos a varias blogueras escribiendo sobre diferentes aspectos de la salud mental en el transcurso de las próximas semanas. Esperamos que lo que se comparte sea significativo y útil para ti. 

Para comenzar, quiero compartir algo que puede parecer obvio para muchos, pero siento que no se puede decir lo suficiente: esta bien no estar bien. Como Cristiana, a veces siento la presión de responder siempre de manera positiva y tener cualquier otra respuesta es falta de fe o como si me estuviera quejando. Pero a veces no estoy bien. ¡Y eso está bien! La vulnerabilidad y la curación no pueden comenzar hasta que reconozco esa verdad básica. 

Cuando no estoy bien, depende de mi decidir a quien quiero traer a ese espacio. Tal vez sea solo un reconocimiento personal y llevárselo a Jesús. Tal vez traiga algunos amigos a quienes pueda desnudar mi alma. Tal vez necesito un terapeuta o medicación. Eso cambia dependiendo con lo que estoy lidiando, pero como quiera que se vea, necesito ser transparente conmigo misma y con los demás durante mis momentos o temporadas de “no estar bien”. La vergüenza crece en secreto y cuanto más me aislé y me alejé de los demás, mas dominara la vergüenza. Me va a decir que debo tenerlo todo bajo control y que necesito ocultar el hecho de que no lo tengo a los demás. 

No es de extrañar, todos tenemos cosas difíciles en nuestras vidas. Algunos de nosotros tenemos cosas grandes que llevamos, y otros pueden tener cosas mas pequeñas. Puede parecer que cada parte de su vida se esta desmoronando o tal vez solo unas pocas áreas o una cosa importante. Cualquiera de esas “cosas” significa que a veces no vamos a estar bien. Y eso esta bien. 

Hubo momentos en que Jesús no estaba bien. Lloro por la muerte de su amigo. El lloro lágrimas de sangre antes de ser crucificado. Sintió dolor, angustia y una profunda empatía. Y aunque no oculto esas emociones a los demás, también tuvo momentos en los que necesitaba irse solo y tener comunión con el Padre. Supongo que a veces las multitudes eran demasiado, y los discípulos probablemente lo estaban molestando y Él no estaba bien. Pudo reconocer eso y busco el apoyo que necesitaba. 

Sigamos Su ejemplo y no permitamos que las cosas se acumulen tanto antes de reconocer que necesitamos ayuda. Deja el orgullo a un lado y deja que otros participen en la lucha que estas teniendo. No necesito esperar hasta que haya una crisis para comunicarse con un amigo o comenzar una terapia. Establezcamos un nuevo estándar de ser una comunidad de creyentes conocidos por ser reales y auténticos unos con otros - sobre todas las cosas. 


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA

Danielle (Dani) Rupp creció en un pequeño pueblo de Ohio y es una verdadera fanática de los Buckeyes, aunque trata de no ser odiosa al respecto. En 2011 llegó a Pensilvania para obtener su Maestría en Trabajo Social. Después de la graduación Dani aceptó un puesto como terapeuta de salud mental para niños y adolescentes en Coatesville. También fue niñera durante varios años. Durante ese tiempo vivió en Kennett Square y asistió Willowdale Chapel. Regresó hace varios años del sur de Asia, donde aprendió a tolerar la comida picante y a cruzar las carreteras sin ser atropellada, además de ser voluntaria en la Misión Internacional de Justicia en su Departamento de Atención Posterior. En su tiempo libre, Dani disfruta de ir a viajes misioneros/viajes, correr, leer, y conectarse con sus seres queridos-preferiblemente con un café y un dulce.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, pero su familia se mudó a Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 10 años. Son padres de dos niños, uno de 11 años y otro de 9 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 11 años. Se unió a Willowdale En Español en el 2018 y es una de las intérpretes del servicio. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir. Ana está muy emocionada de ser parte del blog porque siente que es una forma para que las mujeres se conecten y sigan acercándose a Dios.