Hija Elegida: La Belleza de la Adopción

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Hace veintitrés años, un día de invierno, encontraron a una bebé frente a la comisaría de policía de Chongqing, China. Se desconoce la identidad de sus padres biológicos. Se llama Ellen. Es mi sobrina.

Desde hace tiempo quiero escribir sobre la adopción, ya que tengo cuatro sobrinas y un sobrino adoptados, pertenecientes a tres familias distintas. Antes de ser adoptados, sufrieron faltas de atención médica, desnutrición, crisis familiares e incluso vivieron en la calle.

Cuando empecé a hablar con Ellen y sus padres, Ruth y Bill, sobre el tema de la adopción, me sorprendió saber que nadie le pregunta a Ellen sobre su historia. En realidad, esto no es inusual. Ellen supone que la gente considera que el tema es demasiado delicado, pero ella está deseosa de compartir su historia porque cree que podría ayudar a quienes no pueden tener hijos.

Ellen es una de las miles de niñas adoptadas en China. Como no se sabe nada de su familia biológica, desconocemos si la política china del hijo único, la pobreza u otra situación difícil influyeron en la decisión de su madre. Pero en la comisaría, era seguro que encontrarían a esta niña. Quizá fue el acto más bondadoso y valiente de una mujer desesperada. Me duele el corazón por esa madre y por todas las que han sufrido como ella.

Tras años de infertilidad y al parecer sin opciones de adopción nacional, Ruth y Bill decidieron optar por la adopción internacional. Un día, después de reunirse con su consejera en la agencia de adopción, llegó una familia con una hija China adoptada. Ruth sintió de inmediato el deseo de adoptar a una niña de China. Bill tuvo el mismo sentimiento. 

Su agencia los guió en cada paso, preparándolos cuidadosamente a nivel emocional y psicológico para el proceso. Pasaron los meses sin que encontraran a su hija. Finalmente, llegó la llamada: «Tenemos a su hija». En pocas semanas, estaban en un avión rumbo a China.

El 11 de noviembre fue el día en que finalmente pudieron tener a Ellen en brazos y se convirtió oficialmente en su hija. Pero sufría una grave infección de oído. Ruth recuerda a Ellen como si estuviera empapada en sus brazos y temía que no sobreviviera al viaje de regreso a Estados Unidos. Se enteraron de que muchos orfanatos tienen poco personal. Para alimentar a los bebés, colocan los biberones sobre toallas para que puedan comer. La leche de fórmula a menudo les entra en los oídos, provocándoles frecuentes infecciones. Afortunadamente, uno de los padres adoptivos que viajaban con ellos era otorrinolaringólogo y les ayudó a tratar la infección de oído de Ellen. En doce horas había mejorado muchísimo.

Varios días después, tras cuatro largos vuelos, Ellen y sus padres por fin llegaron a casa. Esa noche, treinta personas nos reunimos en el aeropuerto de Harrisburg para darle la bienvenida a Ellen a nuestra familia.

Hoy, Ellen está convencida de que, incluso antes de nacer, Dios había elegido a Ruth y Bill como sus padres. Siente que ellos han sido los padres perfectos para brindarle el amor y el apoyo que ha necesitado. La ayudaron a comprender el concepto de adopción, explicándole que la mujer que dio a luz a Ellen no pudo hacerse cargo de ella. Ella sabe que su vida podría haber sido muy diferente. Quizás nunca hubiera conocido el amor de Jesús. 

Bill y Ruth sintieron lo mismo, que Ellen había sido elegida para ellos por la gracia de Dios. Al redactar su solicitud de adopción y expresar su deseo de tener una hija, mencionaron la importancia que tenía la música para ellos. La afinidad natural de Ellen por la música se manifestó desde muy pequeña, una poderosa confirmación del propósito divino para que formaran una familia.

En Chino, el concepto de adopción se expresa a menudo con caracteres que significan “elegido”. Ellen lleva esos caracteres tatuados en la nuca, como símbolo de su gratitud por el camino que Dios le ha trazado.

Ellen compartió que el Salmo 139 tiene un significado especial para ella.

Tu eres quien me formó dentro del cuerpo de mi madre,

Y te alabo por la maravillosa manera en que me creaste…

Nada de mi te está oculto! Fui Tejido en secreto, lejos de la vista humana

Pero con tus propios ojos viste como se formaba mi cuerpo.

Incluso antes de que yo naciera, ya habías escrito en tu libro todo sobre mi. (CEV)

Estos versículos me recuerdan cuán íntimamente nos conoce y se preocupa Dios por nosotros. Jesús personificó este cuidado por los niños. Siempre los tomaba en sus brazos y los bendecía. Aunque Ellen fue abandonada en las escaleras de una comisaría, Dios la acunaba en Sus brazos protectores.

Como una mujer joven,Ellen se ha convertido en una persona empática, que escucha y desea apoyar a los demás en todo lo que pueda. Con talento artístico, Ellen anhela compartir sus dones con los demás.

Cada adopción es una oportunidad para transformar una situación desesperada y rescatar a un niño sin familia. Quizás pocos seamos llamados a adoptar oficialmente, pero todos podemos seguir el mandato bíblico de cuidar de las viudas y los huérfanos. Podemos acoger a la viuda, al padre o madre soltero/a, a las personas con necesidades especiales, a las familias en crisis, a quienes son diferentes a nosotros, a los marginados y a todos los hijos de Dios.

La historia de Ellen es un hermoso ejemplo del amor de Dios. «Desde antes de la creación del mundo, Dios nos eligió para ser suyos mediante la obra de Cristo. Decidió entonces santificarnos ante sus ojos, sin mancha alguna, para que estuviéramos ante él cubiertos de su amor. Su plan, que siempre ha sido el mismo, era adoptarnos como hijos suyos enviando a Jesucristo a morir por nosotros. ¡Y lo hizo porque quiso!» (Efesios 1:4-6 NTV)

Me encanta pensar que yo también he sido adoptada, y por el Padre más amoroso. Me siento bendecida de que Ellen me lo recuerde. Su vida es un testimonio de la verdad de que los brazos de Dios siempre están listos para recibirnos en Su familia.

Para su ulterior consideración:

  • En Willowdale, se esta implementando un programa piloto de Apoyo Integral para familias del campus de Kennett que actualmente tienen niños adoptivos. Nuestros equipos de apoyo integral estan formandos por personas que se ayudan mutuamente con servicios como comidas semanales, lavanderia y cuidados de socorro. Nuestro objetivo es aliviar algunas de las tareas cotidianas  para que estas familias puedan dedicarse al importante trabajo de cuidar a sus hijos. Si desea participar, comuníquese con Jessica Zubrod a través de jessicazubrod@mac.com.   

  • El Ministerio para personas con necesidades de Willowdale ofrece cuidados de socorro, grupos de apoyo y otros recursos para familias.

  • Noviembre es el Mes Nacional de la Adopción. Wait No More (No Esperes Más) es un programa de Focus on the Family (Enfoque a la Familia) que ayuda a las personas a explorar la adopción y el acogimiento familiar. Existen muchos otros programas disponibles en línea.

  • Connect Care en Pennsylvania y Door of Hope (Puerta de Esperanza) en Delaware ofrecen servicios de embarazo para educar y empoderar a las personas y a sus familias a tomar decisiones que afirmen la vida.

ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA:

Linnea Tideman siempre ha disfrutado compartiendo historias. Su infancia en New Hampshire y su herencia sueca le han proporcionado una gran cantidad de experiencias, pero también la base de su fe. Le gustan los proyectos creativos, los viajes, los libros, la costura, la jardinería, pero sobre todo la hospitalidad, a menudo organiza elegantes tés y ocasionalmente algo grandioso como recrear la cena en el Titanic. Sirve en los ministerios de UrbanPromise y Good Neighbors. Linnea vive en Landenberg con su esposo Dave. Tienen tres hijas mayores. Ella espera que sus escritos reflejen cómo Dios continúa revelándose a nosotros como nuestro pastor y Salvador.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA:

Ana León nació en México y emigró a los Estados Unidos a los 9 años. Vivía en Kennett Square, Pennsylvania, pero su familia se mudó a Wilmington, Delaware, donde Ana conoció a su novio de la secundaria con quien ha estado casada por más de 13 años. Son padres de dos niños, uno de 14 años y otro de 11 años. Ana ha traducido e interpretado profesionalmente por más de 13 años. Comenzó a asistir a Willowdale En Español en el 2018 y sirvió como una de las intérpretes del servicio durante un año. Actualmente es parte del personal de Willowdale como la Coordinadora de los Programas del Ministerio de Niños. En su tiempo libre le gusta ir a la playa, pintar, leer, y escribir.