Rodando con el Tanque Vacío

Salí hacia mi carro para llevar a mi hijo al preescolar y luego irme al trabajo. Entré al carro, presioné el botón de encendido y escuché: “chu chu chu.” Qué extraño. Lo intenté de nuevo. “Chu chu chu.” ¿En serio?! ¡Tengo lugares a donde ir! ¡Vamos, Dios, ayúdame aquí! No importa, lo resolveré por mi cuenta. ¿Tal vez necesito pasarle corriente? Contacté a algunos vecinos para ver si alguien estaba en casa y podía prestarme su carro para darme un arranque. Dos finalmente salieron con una batería y cables, pero no funcionó. Llamé a una grúa, y mi vecina amablemente me prestó su carro para al menos llevar a mi hijo al preescolar.

Unas horas más tarde, nuestro mecánico llamó. Llenó el tanque con cinco galones de gasolina y eso fue lo que se necesitó para encender el carro. ¿¡En serio!? Ahora bien, soy una mamá de cuatro niños con actividades, escuela, trabajo, citas y diligencias. ¿Estaba mi tanque en 0? ¡No! ¿Estaba encendida la luz de gasolina? Por supuesto. Pero aún tenía 27 millas de autonomía – ¡suficiente, en mi opinión, para encender el carro e ir a la gasolinera, y más allá!

Pero esa era mi opinión, mi experiencia, mi plan. No el de Dios.

Estaba avergonzada, frustrada y en estado de negación. No tenía sentido. Pero entonces vi un paralelo con nuestra vida espiritual. No necesitamos tener el “tanque” espiritual completamente vacío para sentir los efectos. Yo lo noto especialmente en verano: Vacaciones y viajes que me impiden ir a la iglesia los domingos, falta de rutina, no tener un estudio bíblico semanal, y menos tiempo en la Palabra de Dios y en oración. Pero Dios no nos enseña a tomarnos el verano libre de Él. Sé que sin duda me siento mejor cuando mi enfoque está en Él.

Él es quien llena nuestros tanques. Cuando olvidamos lo que ha hecho, cuando olvidamos acudir a Él o buscamos primero a otros, ¿no es entonces cuando andamos con el tanque vacío? Ponemos muchas excusas: Me debo sentir así por esto o por aquello, o porque tal persona se equivocó. Pero en realidad, lo que necesitamos es un poco más de Dios. Lo que necesitamos es volvernos hacia Él. Buscar Su voluntad.

El Salmo 105:2-5 dice:
“Cántenle, cántenle salmos; hablen de todas sus maravillas. Gloríense en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR. Busquen al SEÑOR y su poder; busquen siempre su rostro.”

¿Cuántas veces pienso que sé lo que es mejor, sin pasar tiempo constante estudiando la Escritura, buscando la guía de otros?

Con gracia y misericordia, Dios es quien se acerca primero. Nos recuerda antes de que nuestro tanque esté vacío. Enciende la luz de advertencia. Nos llama de vuelta con los brazos abiertos y aprendemos a apoyarnos en Él para salir adelante. En el caos del verano, déjalo entrar. ¡Él nos sostiene!

En Mateo 6:31-34, Jesús dice:
“Así que no se preocupen, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Qué vestiremos?’ Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.”

Hay maneras en las que podemos usar y priorizar nuestro tiempo para seguir profundizando nuestra relación con Dios y con su pueblo. Mantén la iglesia del domingo como prioridad. Sirve en el ministerio de niños. Haz tu propio devocional o estudio (he estado disfrutando los de Lisa TerKeurst). La app YouVersion Bible tiene excelentes estudios que también puedes hacer con amigos.

Willowdale Women tendrá un próximo evento Graze and Gather en nuestro campus de Jennersville el 31 de julio. Regístrate aquí. También estes atenta a los grupos que regresan en septiembre: Estudios Bíblicos de Mujeres, MomCo, y nuestros Cursos Centrales de los miércoles por la noche para todos los adultos.

¿Qué haces tú en los meses de verano para mantenerte conectada con Dios cuando tu rutina cambia? ¡Comenta abajo!


ACERCA DE NUESTRA BLOGUERA:

Anteriormente era maestra, consejera y entrenadora personal, Kristin Ryan ahora ama ser ama de casa. Como alguien que ha encontrado el Cristianismo más recientemente, disfruta aprender y crecer en su fe y está emocionada de compartir su experiencia con los demás. Kristin y su esposo, Casey, tienen 3 hijos pequeños (uno nació durante la pandemia) y un perro grande.

ACERCA DE NUESTRA TRADUCTORA:

Liliana Daza es la hermana mayor de 4 hijas de una familia colombiana muy conservadora. Oriundos de un pequeño pueblo ubicado en el Oriente de Colombia en frontera con Venezuela donde creció y pasó su niñez. Luego se mudó a la capital para terminar sus estudios superiores en el área de tecnología. En el año 2011 se trasladó a los Estados Unidos junto con su familia debido a una oportunidad laboral. Desde temprano, Liliana ha sentido un llamado para servir y apoyar a la comunidad, por lo que aprovecha cada oportunidad que Dios pone en su camino para este propósito. Liliana disfruta de un buen café negro, viajar, comer buena comida, especialmente cuando viaja. Liliana hace parte de la Iglesia Willowdale en español casi desde sus inicios.